Cumplimos con los más altos estándares de calidad
La producción ganadera se realiza en campos arrendados en la zona de la Cuenca del Salado. La cría y recría de animales se desarrolla en sistemas pastoriles de alta producción con verdeos de verano y de invierno, lo que permite un mejor desarrollo de nuestros animales, los cuales luego son engordados a corral (Feedlot), bajo una dieta estricta y el control de profesionales altamente capacitados.
Desde hace varios años que trabajamos con Profeed, una empresa con vasta trayectoria en nutrición animal. Las dietas con las cuales se trabajan son húmedas y tienen un 70% de materia seca.
Actualmente se desarrollan 2 tipos de dietas según la situación del animal, una de ADAPTACIÓN y otra de TERMINACIÓN. Ambas tienen un alto valor energético.
Tiene menos energía y más proteína para lograr un buen desarrollo muscular del animal.
Tiene menos fibra, menos proteína pero más energía para lograr el tenor graso deseado.
Proviene de derivados de la industrialización del maíz. Estos aportan una fibra efectiva que hace que el rumen se active y genere esa saliva que provoca un efecto baffer, que neutraliza y estabiliza el PH a nivel ruminal.
Es de vital importancia cuidar a los animales en todo el proceso, desde que llegan al feedlot hasta que son faenados, por eso contamos con un equipo de profesionales que se dedican específicamente a visar cada parte del proceso para lograr un producto de excelencia.
La hacienda es supervisada por los profesionales de sanidad. Son ellos los que se encargan de realizar la protección adecuada, aplicar los antibióticos correctos, los cuales son inocuos y desaparecen a los pocos días de inoculados. De esta manera, además de cuidar la hacienda, no se genera ningún tipo de residuo a la hora de la faena.
Una vez que los animales logran el peso adecuado en el feedlot, son preparados y enviados en camiones hacia el frigorífico, acción que se realiza tomando todas las precauciones posibles para que los animales no sufran, ni se golpeen en el camión. Al momento de la carga, se prohíbe la utilización de picanas, rebenques y/o palos. De esta manera, buscamos minimizar el estrés del animal y también evitar todo tipo de golpes. El resultado es la producción de carne con la máxima calidad.
Se realiza en frigoríficos habilitados por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) para exportación y consumo interno. Los animales destinados a la faena provienen de la producción propia en campos arrendados, de la producción de hacienda propia en “feedlots” y/o de compras directas en estancias y mercados concentradores de hacienda como, por ejemplo, el Mercado de Liniers.